Qué busca la evaluación formativa y cuáles son los propósitos de esta tanto a nivel del estudiante como a nivel del docente.
Recuerdo mucho cuando estaba en el
colegio y mis maestros pero aún más la etapa de “Los exámenes Bimestrales” y
las mínimas oportunidades de aprendizaje
en aquel entonces, la famosa Quinta nota, que cerraba la puerta a la creatividad y abría otra a la frustración,
así es como en aquellos años de los
80 nuestra escolaridad, sin tolerancia ciegos en ver que las personas
podemos tener distintos aprendizajes que se pueden ir generando y produciendo día a día.
Es cierto que las tendencias pedagógicas encuentran una mejor
posición de la evaluación frente
a los escolares hoy en día y brinda sobre todo
el acompañamiento permanente al proceso de construcción del aprendizaje,
la evaluación formativa es uno más de
los procesos de construcción en el aprendizaje,
es continuo, permanente, no juzga, no castiga, no señala tus errores, no discrimina por tus desaciertos, en ese entender se hace
preciso de reformular nuevos instrumentos, documentos de recojo de información en los cuales
se plasme el paso a paso de los continuos acompañamientos y aciertos
como desaciertos del estudiante, pero eso no queda ahí pues se valora y
es quizás la parte medular de la evaluación formativa donde el estudiante
reflexiona de lo que va consiguiendo y
toma una posición retadora hasta dónde
puede llegar, por su parte el
docente crea oportunidades para poder
sacar el máximo de talento de los
estudiantes o mejor dicho observar
la combinación de sus capacidades en una situación “ extrema” y retroalimenta.
Recuerdo muy bien cuando mi maestro en
la Gran unidad escolar me decía “saquen
una hoja y vamos a rendir un examen” y nosotros entre dientes decíamos “¡cuando lo aviso?” La Evaluación Formativa no cae en dominio de poderes, es mas una actividad
complementada a cotidianidad sin
caer en la rutina, que de forma
informada y seguros que los estudiantes comprenden lo que se va a evaluar se valora en
desempeño de cada estudiante, sin
generar por ningún motivo stress
escolar.
Volviendo al inicio en aquellos años solo era una nota, un número
que decía que tan bueno eras en esa
disciplina, es posible que esa nota haya
marcado tus expectativas de búsqueda de lo retador y lo extremo llevándolos a una zona de comodidad,
pues como dicen los psicólogos como Crooks (1988) la evaluación
tiene sus impactos en la zona afectiva del hombre.
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